1 de junio de 2011

Ignorancia injustificada



Es hora de mejorar la situación. La verdad es que siempre es momento, si se trata de mejorar. Las cosas no marchan bien, nada bien. De la burbuja inmobiliaria hemos pasado a la burbuja del puterío: hay demasiados prostitutos y prostitutas. No tengo nada contra la profesión, a pesar de que vaya a desprestigiarla utilizándola como adjetivo para la masa más insustancial. Una masa ausente en valores, donde predomina el interés por el desinterés. La ignorancia por la indiferencia, o viceversa; llamémoslo X. Mientras tu madre, padre o ambos está(n) en paro, tú estás contando los días para el sábado. ¿Estás impaciente por salir a una plaza a manifestarte? En absoluto, simplemente hablas del próximo pedo que te vas a pillar. Gilipollas. El pueblo habla, sin duda alguna… lo que pasa es que hay una cosa que me reconcome, ¿habla pensando? Veo los resultados de las elecciones y sé que somos víctimas del bipartidismo. Pero… no sé por qué se llega a las altas cotas de la mísera indocumentación política. ¿Por qué? -como inicia un prestigioso entrenador de fútbol sus preguntas- ¿Por qué elegimos a la más puta de todas las gallinas o al más cerdo de la piara corrupta? ¿Es que, a caso, vivimos en la granja de George Orwell? Al principio he dicho “es hora de mejorar la situación”. Ahora, ¿cómo? Realmente no lo sé, sólo sé que voy a leer otro libro. Ya lo decía una pancarta que estaba en la parada del metro de Sol, en Madrid, “lee más”… quizás sea esa la solución. O una de ellas.

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